Las enfermedades respiratorias en los niños aumentan hasta en un 70% durante el invierno, comparado con el resto del año. De ahí que sea vital cuidarlos para prevenir padecimientos como resfriado, faringitis, laringitis, bronquiolitis, neumonías, influenza estacional y otros virus emergentes.
Pero, ¿por qué se da este incremento? La mayoría de estas infecciones son producidas por virus que se transmiten de persona a persona. Aunque, existen dos factores agravantes: las bajas temperaturas y la contaminación ambiental.
Los cambios en el termómetro vuelven a los menores más susceptibles a los agentes que causan estas enfermedades. Esto porque la parte por la que circula el aire de su nariz a sus pulmones es pequeña y no calienta bien el aire que inhalan, a diferencia de los adultos.
La contaminación aumenta el riesgo de estos padecimientos a todas las edades, pero en los pequeños es aún mayor. Principalmente, porque no cuentan con la inmunidad que se adquiere con la edad o con la vacunación.
Además, los espacios en donde tus hijos pasan su tiempo, y algunos malos hábitos, facilitan los contagios. Por suerte, existen algunas acciones sencillas que puedes llevar a cabo para protegerlos.
Tras la pandemia que hemos experimentado desde 2020, hemos aprendido muchos buenos hábitos de cuidado, como lavarnos las manos frecuentemente y usar gel antibacterial.
Además, ya reconocemos la importancia del uso de cubrebocas como una herramienta clave para evitar contagios. Con estas prácticas, mantendrás la protección de tus hijos durante esta época del año.
Hay otras recomendaciones que debes seguir de manera cotidiana, incluso cuando acabe la contingencia, para prevenir las enfermedades respiratorias en los niños:
Recuerda que para prevenir cualquier enfermedad es importante que tus hijos mantengan una buena salud. Tú puedes ayudarlos con multivitamínicos como Bedoyecta® Pediátrica, que ayuda cubrir el déficit vitamínico de complejo B.
FUENTES: