¿Sabes qué es la alimentación consciente? Mindful eating

Desde hace ya algunos años se escuchan con mayor frecuencia términos como el mindfulness o conciencia plena, lo que ha llevado a que las personas que practican esta técnica de meditación extiendan su práctica y conocimiento hacia la alimentación, surgiendo así el concepto de mindful eating, o alimentación consciente, promoviendo que cada persona se concentre plenamente en su nutrición, abarcando desde los ingredientes que compra, a manera en que los prepara y la forma en la que los consume.

Más allá de una forma de alimentación se trata de un estilo de vida, ya que el objetivo de la alimentación consciente es aprender a tener una nueva dinámica con la comida para dejar de estar viviendo con dietas. Su práctica se centra, principalmente, en aprender a escuchar a nuestro cuerpo y emociones para poder hacer las mejores elecciones y alimentarnos de manera más saludable.

¿En qué consiste?

El objetivo de la alimentación consciente es relacionarse de una manera sana y mental con la comida a través del control de tu mente; es decir, no busca poner atención en lo que comes sino en cómo y para qué lo comes.

La idea es prestar total y absoluto miramiento a tus sensaciones fisiológicas y emocionales; aprender a sentir cuándo comer, así como detectar el momento preciso de saciedad de tu cuerpo para dejar de comer.

Pareciera lo más obvio, lógico y común. Todos pensamos que comemos cuando nuestro cuerpo lo necesita y que paramos cuando nos sentimos satisfechos, sin embargo, la mayoría de las veces, cuando ingerimos algo durante el día, solemos hacerlo de manera impulsiva, guiados un poco por diferentes estímulos como la televisión, el estrés, ansiedad, publicidad, etc., y todo esto deriva en que dejamos de cubrir la necesidad física de alimentarnos, sino que nos dedicamos a saciar nuestras emociones.

Como ya mencionamos, se trata de crear un estilo de vida que te impulse a conocer más tu propio organismo y sus necesidades, que seas capaz de diferenciar el hambre fisiológica de la psicológica.

¿Cómo sé si mi hambre es fisiológica o psicológica?

Uno de los pilares del mindful eating es que cada vez que vayas a comer te preguntes ¿para qué voy a comer? Si la respuesta es por aburrimiento, enojo, soledad, agobio, estrés o porque quieres descansar de lo que estás haciendo, entonces no comas. En lugar de eso, trata de resolver estas situaciones de otra manera, por ejemplo: toma un baño y relájate, llama a tu mejor amigo, sal a caminar, lee, escribe, escucha música, etc., en fin, el punto es concéntrate en cubrir la necesidad emocional que tienes en lugar de llenarla con comida.

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¿Cómo puedo comenzar?

Existen algunos pasos, muy sencillos, si lo que buscas es comenzar a integrar este estilo de alimentación a tu vida diaria:

Toma agua antes de comer, algo tan simple como beber agua (simple) antes de cada comida ayudará a reducir la ansiedad de comer, ya que incrementa la sensación de saciedad.
Come tranquilo y sentado, por extraño que parezca dar esta recomendación, actualmente vivimos de prisa y comemos acelerados, parados, prácticamente corriendo. Consumir tus alimentos estando en calma te ayudará a concentrarte en las necesidades de tu cuerpo e ingerir únicamente lo necesario.
No comas si no tienes hambre, algo muy común que solemos hacer es comer por inercia o costumbre. Si vemos un plato con botana en la mesa, sin pensar o sentir si realmente tenemos hambre, nos lanzamos sobre el plato y comemos.
Mastica despacio, otro de los grandes males de vivir de prisa es que prácticamente tragamos lo que comemos sin masticarlo, dificultando el proceso de digestión de nuestro organismo. Masticar despacio, además de los beneficios digestivos, hará más placentero el proceso de comer, pues te darás la oportunidad de saborear tus alimentos y disfrutar plenamente tu comida.
Come de todo, el objetivo de la alimentación consciente es precisamente prestar atención plena a los nutrientes que tu cuerpo necesita, comiendo de manera responsable y variada, por tanto, poniendo atención en cómo reacciona tu organismo ante algunos alimentos, qué le hace mejor y qué no tanto.
Evita la sensación de estar lleno, es importante que aprendas a distinguir el momento de saciedad, es decir, cuando estás satisfecho (no necesitar más comida) a la de estar lleno, que es cuando solemos sentirnos pesados, incómodos, cansados, pesados, a punto de explotar.
Come con tranquilidad, comer es uno de los placeres más grandes de la vida, no una carrera de velocidad, por lo que es recomendable que comiences a ser de las últimas personas en terminar de comer. Además de disfrutar y distinguir todos los sabores y texturas de tus alimentos, darás oportunidad a que tu estómago envíe la señal de saciedad a tu cerebro y entonces, comas la cantidad adecuada para ti.

¿Hay algo más?

Como en todo estilo de vida saludable, la recomendación de alimentación siempre viene acompañada de realizar actividad física.

Realizar algún ejercicio cardiovascular (que realmente disfrutes), como caminar, correr, nadar, andar en bicicleta, patinar, etc., además de las recomendaciones que ya sabemos de optar subir escaleras en lugar de utilizar elevadores, estacionarte lejos de la entrada del supermercado para caminar un poco más, preferir caminar para desplazarte a distancias cortas, utilizar la bicicleta para distancias más largas, etc.

Otra recomendación, que seguramente no te sorprenderá, es meditar.

Como parte de hacerte cada vez más consciente de ti y tus necesidades, se recomienda meditar al menos 15 minutos diarios, relajarte y respirar profundamente dejando pasar tus pensamientos sin detenerte a analizar cada uno, será más que suficiente para ayudarte a entrenar tu atención plena.

Llevar una práctica como la alimentación consciente es saludable tanto para tu cuerpo como para tu mente ya que estarás proporcionando los nutrientes específicos que necesitan tus células, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés.

Ahora que estás en el proceso de darle a tu cuerpo lo que necesita, recuerda la importancia de la complementación, principalmente de aquellas vitaminas que no conseguimos saciar solo con los alimentos, como el complejo B que te ayudará a obtener la energía que tu cuerpo y mente necesitan durante el día.

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Fuentes:

Mindful.org

Harvard Health Publishing

Escuela española de Desarrollo Transpersonal

Chicago Cares

CP Endocrinología y Nutrición

Mindfulness y salud

Psiquiatría.com